Desde que el Papa Benedicto XVI anunció su renuncia, los medios de comunicación no han dudado en desplegar todos sus esfuerzos en informar sobre la noticia, de momento, del año.
El ahora Papa emérito, recibió multitud de agradecimientos por parte de los fieles, mandatarios y representantes de otras confesiones religiosas como lo merece.
Durante los días pre cónclave y del cónclave, Roma ha recibido a todos los informadores porque en Roma estaba la noticia.
¿No es cierto que a todos los creyentes, se nos ha puesto en ciertos momentos, la carne de gallina al ver estos días la emoción, que se respiraba en Roma y que nos han transmitido los reporteros?.
Hoy, quiero agradecer a todos los profesionales de la comunicación el interés y el buen hacer en general, que han llevado a cabo para narrarnos e ilustrarnos esos momentos que, han tenido su culmen en ese "Habemus Papam", del pasado miércoles 13 de Marzo.
Es enormemente ilusionante vivir en este siglo XXI, en el que podemos contemplar cómo, gracias a la capacidad del ser humano, que ha podido desarrollar toda la tecnología, para también poder conocer mucho mejor a la Iglesia. Una Iglesia que es divina y humana, con sus virtudes y sus errores.
Como ayer dijo el Papa Francisco a sus cardenales, "hemos de transmitir optimismo a los jóvenes". Sin duda, lo que pasó estos días tan romanos fue que, la orbe se sintió esperanzada, como me decía un incrédulo hace poco, ¿será verdad que el Espíritu Santo habla?. Es verdad.
